Christopher, un chico de 15 años decide imitar a su admirado Sherlock Holmes y hacer de detective en la búsqueda del asesino del perro de su vecina. Y mientras se dedica a esta tarea, escribe todas sus acciones en un diario que su maestra le incitó a llevar.
Y hasta ahí, la verdad, nada nos motiva realmente a leer este libro, cuya historia parece incluso infantil. Sin embargo, la genialidad del libro radica en el enfoque totalmente original y muy bien logrado. Porque Christopher tiene síndrome de Asperger, una condición que le produce falta de empatía, le dificulta comprender más allá de las palabras y descifrar el lenguaje corporal de las personas, no entiende el sarcasmo o el doble sentido. Christopher es absolutamente racional.
Poder ver, desde su punto de vista y a través de sus razonamientos, la realidad que lo rodea, sus deducciones, sus relaciones con familiares, amigos, vecinos y desconocidos, nos abre una puerta a una percepción diferente de la realidad. A medida que avanzamos en la historia, cada vez nos cuesta menos entender la forma en que Christopher se relaciona, la manera en que comprende al mundo o, en algunos casos, como no comprende situaciones o comportamientos que nosotros aceptamos y desciframos sin necesidad de pensar y que analizadas desde la racionalidad resultan absurdas o maliciosas.
Este libro deja al descubierto las complejas y algunas veces ridículas formas y convenciones que usamos los adultos para relacionarnos. Y sobre todas las cosas, nos muestra la vulnerabilidad en la que puede encontrarse aquel que no sepa “jugar el juego” de las relaciones humanas.
“… la mayoría de la gente está casi ciega y no ve la mayor parte de las cosas y tienen muchísimo espacio de sobra en sus cabezas, que están llenas […] de tonterías”.
Escrito por Mark Haddon, quien durante algún tiempo trabajó con personas con deficiencias físicas y mentales, esta es una historia original, interesante, que atrapa desde el principio y que se lee muy rápido. Un libro que nos abre la mente hacia otras realidades y nos ayuda a reflexionar sobre el autismo y a aprender muchísimo. Éxito de ventas en el mundo, traducido a 35 idiomas y con más de un premio ganado, es un título a tener en cuenta.
Nota: Las personas con síndrome de Asperger, carecen de las habilidades que desarrollamos para relacionarnos, tienen dificultades para distinguir entre lo malo y lo bueno, para comprender el sarcasmo o el humor y por lo tanto para hacer amigos. Generalmente tienen grandes capacidades en ciencias tales como matemática, física, astronomía, etc., y por ello, cuando no son diagnosticados, pasan por “genios locos”. Algunas personas famosas con este síndrome son Bill Gates, Steven Spielberg, Albert Einstein, Marcelo Ríos y Bob Dylan.